dilluns, 22 de juny del 2009

DIA 8 ROME

Desde buena mañana que hemos tenido que correr, ya que le casa rural habia que abandonarla antes de las 10:00 hores, norma que segun me dio a entender la dueña de la casa, por cierto muy simpatica, era imperdonable, si se pasaba esta hora tendriamos que abonar un dia más; además nos interesaba salir pronto por la mañana para poder pasar unas cuantas horas en Roma.

Teniamos tres horas de viaje, casi todo por autopista. Al entrat a la ciudad comprendi porque la Comunidad Europea habia puntuado al pais como el peor para conducir... no hay carriles de delimitación, la gente no pone el intermitente, va por el medio, etc. Decidí tranquilizarme y ir a mi rollo sin dejarme arrastrar por estos kamikaces. Aparcamos el coche en la Plaza Venecia, todo y las advertencias de la informadora de turismo, la cual nos advirtió que solo podian circular yy estacionar en el centro de la ciudad vehiculos residentes, jajajajaj. Comimos allá mismo en una cafeteria con un servicio excelente, pero con una calidad de comidad pésima. De todas maneras nos alegramos de llenar el estomago y nos pusimos en marcha reloj en mano. La Rosa que ya habia estado en la ciudad, y ademas controla la orientación mejor que yo, marcó el recorrido: Plaza Venecia, Fontana de Trevi, Piazza d'Espanya, el Panteon, Piazza Navona y no recuerdo si alguna cosa más. Fotos de rigor acompañados de helado de 6 euros, gigante. Cogimos el coche y nos fuimos a aquella ciudad que es un pais y que esta dentro de una capital de Pais, Ciudad del Vaticano. Antes pasamos por la Iglesia los IIlluminati; para los que no hayan leido el libro de Angeles y Demonios, se trata del Castelllo de l'Angelo. Los niños estuvieron jugando con la Rosa mientras yo me dirigi a la Basilica de San Pedro. Di un vistazo rapido a la Tumba de los Papas, donde la de Juan Pablo II estava reventar de gente de rodillas rezando y en ese momento pensé que este pobre hombre no tendria descanso ni despues de muerto. Seguidamente me adentre en la Basilica. Solamente estuve diez minutos, pero lo sufienciente para observar la grandeza de esta catedral, ni Santiago ni Leon ni Barcelona, impresionante como se las gastaron en la epoca.

Marchamos de Roma dirección Civitaveccia, ciudad donde esta ubicado el puerto de Roma a una hora de camino. Se acababan las vacaciones y rozabamos la realidad.

Arrivederci Roma

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